Sólo desde la sombra se conoce la sombra. Aquello que no podemos ver es a menudo el otro lado de lo visible, y puede que sea también su fundamento. Por tanto, conocer lo que no vemos, quizás por estar más allá de un límite, es esencial para comprender nuestro mundo. El Temporal es un evento, en este sentido, con “vocación sombría”: como un laboratorio analógico, o un cuarto oscuro, necesita de unas condiciones especiales para que algo se revele.

De muchos modos la sombra está en la base de El Temporal: nos interesa proponer un evento donde tengan cabida voces que a veces encuentran dificultades para alzarse. Expresiones artísticas que se ubican en una cierta penumbra. Los trabajos que se muestran son más procesos que obras acabadas, y pretenden interpelar al público para que observe, participe y colabore en el resultado final.